A los 22 años, en 1979, inicié mi carrera como programador de computadoras. Mi primera experiencia programando no incluyó siquiera tocar una tecla. En un aula equipada con mesas, sillas, dos grandes pizarrones, papel y lápiz, y bajo la guía de nuestro instructor Roberto Cerezo, aprendimos a programar. Utilizábamos diagramas de flujo y plantillas que se empleaban para alimentar a las máquinas, las cuales, implacablemente, nos forzaban a no cometer errores.
Perforadora de tarjetas
Nos dedicábamos a resolver problemas, a imaginar y a escribir instrucciones siguiendo la sintaxis y el lenguaje de las máquinas, en busca del éxito: un reporte impreso en el que la máquina confirmaba la ausencia de errores. Luego, procedíamos a manipular los datos.
Era emocionante sentir que esa «cosa» obedecía nuestras órdenes. Crear máquinas, enseñarles y hacer que ayuden a mejorar la vida humana era un sueño hecho realidad.
Un simple pedazo de cartón llamado tarjeta perforada, en el que cada columna registraba una letra, un número o un signo especial, era suficiente para resolver muchos problemas. Con ese juego de caracteres se almacenaban programas y datos.
En 2024, apenas 44 años después, es un sueño ver las infinitas posibilidades que el ser humano ha creado, y no puedo ni imaginar qué surgirá en los próximos 50 años.
Aprender a programar computadoras puede garantizarte un estilo de vida en el que no faltará el trabajo y donde podrás realizarte de manera extraordinaria.
En Planeta Escolar, tendrás la oportunidad de dar tus primeros pasos para experimentar y descubrir tus talentos. Bienvenidos al mundo de la programación de computadoras y la creación de páginas web.
Juan Arturo Pérez
coordinacion@planetaescolar.com
